Imagina que frente a ti tienes un panel de control con dos grandes escalas o diales, como los de una radio antigua. Cada uno va de 0 a 100.
1. La Primera Escala: El "Ansiedad-mómetro"
La primera escala mide tu nivel de malestar: ansiedad, tristeza, miedo, pensamientos dolorosos... lo que sea que te perturbe. Llamémosla el "ansiedad-mómetro".
Si eres como la mayoría, has pasado gran parte de tu vida con un objetivo muy claro: mantener esta escala lo más baja posible, idealmente en 0. Tu vida se ha organizado en torno a esa misión. Tan pronto como la aguja empieza a subir, digamos a 40, saltan todas las alarmas y haces lo que sea necesario para bajarla:
* Te distraes.
* Discutís con el pensamiento.
* Evitas la situación que te provoca malestar.
* Te dices a ti mismo/a que no deberías sentir eso.
La pregunta clave, que solo tú puedes responder desde tu experiencia es: ¿qué tal te ha funcionado esa estrategia a largo plazo? ¿Has logrado mantener la escala en 0 de forma permanente? O más bien, ¿la lucha por controlar esa escala te ha agotado y ha hecho tu vida más pequeña?
2. La Segunda Escala: El "Dispo-metro
Ahora imagina la segunda escala. Es una que quizás ni siquiera sabías que existía, porque ha estado siempre atascada en 0. Esta es la escala de estar dispuesto/a (o el "Dispo-metro").
Esta escala no mide cuánto te gusta o quieres el malestar. Mide tu disposición a hacerle un hueco, a permitir que la primera escala (el "ansiedad-mómetro") oscile como quiera, sin luchar contra ella, para poder hacer lo que es importante para ti.
Aquí está la paradoja: al dedicar toda tu energía a mantener la escala de la ansiedad en 0, has mantenido, sin darte cuenta, tu escala de "estar dispuesto/a" también en 0.
La Elección Liberadora.
La experiencia te ha demostrado que tienes muy poco control directo sobre la primera escala. A veces, por mucho que luches, la ansiedad sube. Sin embargo, tienes el 100% del control sobre la segunda escala. Tú puedes elegir, en cualquier momento, subir tu "Dispo-metro" al 100. Subirlo al 100 no significa que quieras sentir ansiedad. Significa que estás completamente dispuesto/a a sentir lo que sea que estés sintiendo, si eso es lo que hace falta para caminar en la dirección de la vida que valoras.
La pregunta deja de ser: "¿Cómo puedo bajar la escala de la ansiedad?" Y pasa a ser: "¿Estoy dispuesto/a a dejar que la escala de la ansiedad haga lo que tenga que hacer, para poder vivir la vida que quiero vivir?"
Es como si tuvieras que elegir entre dos juegos:
Juego A: Pasar tu vida intentando controlar una escala incontrolable.
Juego B: Soltar esa lucha y, en su lugar, dedicar tu energía a mover la escala que sí puedes controlar (la de estar dispuesto/a) para construir la vida que te importa.
Para reflexionar... > ¿Qué pasaría en tu vida si, en lugar de poner tu energía en controlar el "ansiedad-mómetro", la pusieras en subir al máximo tu "Dispo-metro" y actuar?